LA CASTIDAD CRISTIANA

“¡Oh, qué hermosa es y cuán luminosa la generación casta!  Su recuerdo durará siempre. Pues es conocida ante Dios y ante los hombres”.   (Sab 4,1ss.)


Todos los cristianos: los jóvenes, los que se preparan para el matrimonio, los casados, etc., y quienes han escogido el celibato por el Reino de los Cielos, han de vivir la virtud cristiana de la castidad, cada uno según su vocación y estado de vida.

La castidad es un fruto del Espíritu Santo que habita en el cristiano.

 El apóstol Pablo aconseja a su discípulo Timoteo, pastor de la Iglesia de Éfeso, la virtud de la castidad:

– 1ª Tim 4,12 ss.  “Que nadie tenga en poco tu juventud, antes sirvas de ejemplo a los fieles, en la palabra, en la conversación, en la fe, en la castidad… Vela sobre ti, atiende a la enseñanza, insiste en ella”.

– Y en Rom 8: “Por consiguiente, ninguna condenación pesa ya sobre los que están en Cristo Jesús.  (…) Efectivamente, los que viven según la carne, desean lo carnal; mas los que viven según el espíritu, lo espiritual. Pues las tendencias de la carne son muerte; mas las del espíritu, vida y paz, ya que las tendencias de la carne son contrarias a Dios; no se someten a la ley de Dios, ni siquiera pueden, así, los que están en la carne, no pueden agradar a Dios. Mas vosotros no estáis en la carne, sino en el espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros.  (…)  Y si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, Aquel que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos dará también la vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que habita en vosotros. Así que, hermanos míos, no somos deudores de la carne para vivir según la carne, pues, si vivís según la carne, moriréis. Pero si con el Espíritu hacéis morir las obras del cuerpo, viviréis”. (Rm 8,1-13)

– 1ª Coríntios: “El cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor y el Señor para el cuerpo, y Dios que resucitó al Señor, nos resucitará también a nosotros por su poder; ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Y voy yo a tomar los miembros de Cristo para hacerlos miembros de una meretriz? De ningún modo… Huid de la fornicación. Cualquier pecado que cometa un hombre, fuera de su cuerpo queda, pero el que fornica peca contra su propio cuerpo. ¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios y que por tanto no os pertenecéis? ¡Habéis sido comprados a precio! Glorificad, pues, a Dios, en vuestro cuerpo”.  (1ªCor 6,13-20)

DESTINO FINAL DE LOS IMPUROS QUE NO SE CONVIERTEN:

– 1 Cor 6,9.  “¿No sabéis que los injustos no poseerán el Reino de Dios  No os engañéis: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los sodomitas… Poseerán el Reino de Dios”.

-Ef 5,5.   “Pues habéis de saber que ningún fornicario, o impuro, o avaro, que es como adorador de ídolos, tendrá parte en la heredad del Reino de Cristo y de Dios”

– Col 3,5ss.  “Por tanto, mortificad vuestros miembros terrenos: fornicación, impureza, pasiones, malos deseos y la codicia, que es una idolatría,  todo lo cual atrae la cólera de Dios, y que también vosotros practicasteis en otro tiempo, cuando vivíais en ellas. Mas ahora, desechad también vosotros todo esto… Despojaos del hombre viejo con sus obras, y revestios del hombre nuevo, que se va renovando hasta alcanzar un conocimiento perfecto, según la imagen de su Creador…”

INVITACIÓN A LA CONVERSIÓN:

– 1 Cr 6,11.  “Y algunos eso erais; pero habéis sido lavados, habéis sido santificados,  habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios”

IDEAL ALTO:

Ef 5,1-4.  “Sed, pues, imitadores de Dios, como hijos queridos, y vivid en el amor como Cristo os amó y se entregó por nosotros como oblación y víctima de suave aroma. La fornicación, y toda impureza o codicia, ni siquiera se mencione entre vosotros, como conviene a los santos. Lo mismo que las groserías, las necedades o las chocarrerías, cosas que no están bien; sino más bien, acciones de gracias”.

– Rm 12, 1-2.  “Os eshorto, pues, hermanos, por la misericordia de Dios, a que ofrezcáis vuestros cuerpos como una víctima viva, santa, agradable a Dios: tal será vuestro culto espiritual. Y no os acomodéis al mundo presente, antes bien transformaos mediante la renovación de vuestra mente, de forma que podáis distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto”.

LA CASTIDAD NO  ES  PARA   DÉBILES, SINO PARA ESPÍRITUS FUERTES:

– Ga 5,16-17.  “Os digo, pues: Andad en espíritu y no deis satisfacción a la concupiscencia de la carne, porque la carne tiene tendencias contrarias a las del espíritu y el espíritu tendencias contrarias a las de la carne, pues uno y otra se oponen de manera que no hagáis lo que queréis…”·

LISTA  DE PECADOS  CONTRA LA  CASTIDAD:

 – Ga 5,19-21.  “Ahora bien, las obras de la carne son manifiestas; a saber: fornicación, impureza, lascivia, idolatría… Embriagueces, orgías…  Y otras como éstas, de las que os prevengo, como antes os dije, que quienes tales cosas hacen, no heredarán el Reino de Dios”.

LA   CASTIDAD   ES   FRUTO   DEL    ESPÍRITU.

 – Ga 5,22-24.  “En cambio, los frutos del Espíritu son: caridad, gozo, paz, firmeza de ánimo, afabilidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, (la Vg. + castidad).  … Los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias

SI VIVIMOS DEL ESPÍRITU, ANDEMOS  SEGÚN EL ESPÍRITU.

– San Bernardo predicaba: “Aunque la castidad sobresalga de modo eminente , sin la caridad  no tiene valor ni mérito. Castidad sin caridad es lámpara sin aceite”.

– LA   EUCARISTÍA…    Es el corazón de la caridad (de Dios) y para la caridad. A ella hay que ir con un corazón limpio. La virtud de la castidad  (en cualquier estado) es, con las demás virtudes, el marco adecuado para el encuentro eucarístico. Su falta requeriría previamente la gracia del arrepentimiento y el perdón.

 
CONSEJOS PRÁCTICOS PARA LOS JÓVENES Y ADOLESCENTES.
  • Descubrir el plan de Dios al poner en el hombre el instinto y el placer sexual. Con ello Dios hace partícipe al hombre de su poder creador.
  • Los órganos genitales, según este plan de Dios, son la parte más sagrada del cuerpo humano, porque son la fuente de la vida.
  • El cuerpo humano, desde la perspectiva de la fe, es todo él un templo vivo del Espíritu Santo y los templos deben ser limpios y enriquecedores, lugares donde se tribute a Dios la alabanza, adoración y gloria con acción de gracias.
  • La virtud de la castidad, requiere como medios eficaces:
1. La presencia de Dios habitual. Lo que yo no me atrevería a hacer delante de cualquier persona seria, no debo hacerlo delante de Dios que me   mira.

2. Es virtud de hombres fuertes y valientes. No es flojo ni cobarde el cristiano, sino fuerte y fiel. (Pablo VI).

3. Oración dirigida y controlada por un confesor fijo y director espiritual que me oriente y ayude.

4. Vida Eucarística, fuente de gracia y fortaleza.

5. Amistades cristianas que me ayuden.

6. En las ocasiones que se presente una tentación muy fuerte, coger el crucifijo y besarlo.

7. Evitar a toda costa amistades peligrosas, espectáculos, televisión, revistas… que puedan  poner en peligro la castidad.

8. Tener ideas claras sobre esta materia. Solo  cuando hay plena advertencia y consentimiento hay pecado grave, no en las imaginaciones y tentaciones.

9. Una devoción a la Virgen María que sea filial y  constante.